jueves, 2 de julio de 2015

Los problemas gastrointestinales son muy comunes y son unas de las causas más frecuentes de las consultas al veterinario.

Los desórdenes gastrointestinales son fácilmente identificables en casa y es importante que el propietario de la mascota lleve a su engreído apenas nota el inicio de los síntomas, ya que la mayoría de estos problemas se resolverán más fácilmente si la atención es precoz y oportuna.
Vómitos, diarreas, estreñimiento, exceso de gases, bajo peso, inapetencia y/o anorexia son los síntomas más comunes a los que debemos estar atentos para acudir en el momento más indicado donde nuestro médico veterinario.
Estos son ocasionados por múltiples factores incluyendo, parásitos, virus, infecciones bacterianas, ingesta de un cuerpo extraño, toxinas, tumores, alergias, trauma. Es importantísimo detectar a tiempo cualquier cambio en el estado de ánimo y/o condición general de nuestra mascota y ser muy observadores ya que el médico veterinario hará una serie de preguntas para ayudar al diagnóstico y la información que el dueño de la mascota pueda proporcionar es elemental para el mismo.
Es probable que el médico veterinario pida realizar algunos exámenes o pruebas complementarias como análisis de heces, radiografías o tomar una ecografía. Con estos resultados, podrá darnos un diagnóstico definitivo para recomendar el tratamiento óptimo para la pronta recuperación de nuestra mascota.
En algunos casos es posible hacer un tratamiento ambulatorio que debe ser cumplido al pie de la letra tal como lo indique. En otros casos, en cambio, podríamos necesitar internar a nuestro engreído para que se le ponga una vía endovenosa, hacerle más pruebas o hasta es posible que requiera una cirugía.

Lo más importante es conservar la tranquilidad y seguir las indicaciones del médico veterinario, hacer cambios en la receta o el tratamiento solo puede complicar la situación.

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