Los desórdenes gastrointestinales son fácilmente identificables
en casa y es importante que el propietario de la mascota lleve a su engreído
apenas nota el inicio de los síntomas, ya que la mayoría de estos problemas se resolverán más fácilmente si la
atención es precoz y oportuna.
Vómitos,
diarreas, estreñimiento, exceso de gases, bajo peso, inapetencia y/o anorexia
son los síntomas más comunes a los que debemos estar atentos para acudir en el
momento más indicado donde nuestro médico veterinario.
Estos son ocasionados por múltiples factores incluyendo,
parásitos, virus, infecciones bacterianas, ingesta de un cuerpo extraño,
toxinas, tumores, alergias, trauma. Es importantísimo detectar a tiempo cualquier cambio en el estado de
ánimo y/o condición general de nuestra mascota y ser muy observadores ya que el
médico veterinario hará una serie de preguntas para ayudar al diagnóstico y la
información que el dueño de la mascota pueda proporcionar es elemental para el
mismo.
Es
probable que el médico veterinario pida realizar algunos exámenes o pruebas
complementarias como análisis de heces, radiografías o tomar una ecografía. Con
estos resultados, podrá darnos un diagnóstico definitivo para recomendar el
tratamiento óptimo para la pronta recuperación de nuestra mascota.
En algunos
casos es posible hacer un tratamiento ambulatorio que debe ser cumplido al pie
de la letra tal como lo indique. En otros casos, en cambio, podríamos necesitar
internar a nuestro engreído para que se le ponga una vía endovenosa, hacerle
más pruebas o hasta es posible que requiera una cirugía.
Lo más importante es conservar la tranquilidad y seguir las
indicaciones del médico veterinario, hacer cambios en la receta o el tratamiento solo puede complicar la
situación.
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