Mascoteando

¿Por qué los perros se revuelcan en cosas apestosas?

¿Por qué un perro aparentemente normal elegiría revolcarse sobre basura, abono o animales muertos? Nos guste o no, algunos perros tienden a hacerlo y aparentemente son muy felices al llevar esa hazaña a cabo. Un perro que retoza sobre una sustancia u objeto apestoso es un perro muy alegre, de eso no hay ni la más mínima duda. 

Si alguna vez has observado a un perro hacerlo, seguramente te has preguntado el por qué sienten la necesidad de empaparse de olores fétidos. La respuesta corta es que nadie lo sabe con seguridad. De hecho, los científicos se lo han cuestionado por décadas y como resultado sólo han logrado un par de teorías, ninguna confirmada hasta la fecha. En pocas palabras, ni siquiera las grandes mentes científicas han logrado descifrar el por qué a Fido le encanta revolcarse en excremento de gato.

Una de las teorías más aceptadas es que el rodar sobre algo con un aroma punzante sirve como un camuflaje para su propio olor. De esta manera pueden acercarse a su presa con mayor facilidad, siendo esto un vestigio de la época donde los perros debían cazar con la manada. Dado que sería un tanto complicado camuflarse con la naturaleza oliendo a piña colada, su instinto lo lleva a revolcarse en la sustancia más apestosa posible en caso de ir de cacería. 

Sobre esa misma línea, algunos científicos piensan que se trata de un método para convencer a su manada de que es un buen cazador. Al perfumarse con el aroma de algo muerto, le está informando a la manada que huele a algo comestible por lo que es capaz de brindar algo al grupo y ser aceptado. Siglos más tarde y sin necesidad de cazar con su grupo, lo más probable es que simplemente salte apestosamente sobre el sillón. 

Otra posible razón es que a los perros simple y sencillamente les gustan los olores intensamente fétidos. Los tufos les parecen aromas interesantes y las cosas pestilentes son de sus favoritas. Esto se puede deber a que ellos las perciben de manera diferente a nosotros dado que su sentido del olfato es superior. Lo que para un humano es un hedor terrible, para ellos es la mejor fragancia del mundo. 

Para evitar que nuestro canino regrese con un perfume horroroso tras un paseo, lo mejor que podemos hacer es estar atentos a nuestros alrededores en caso de encontrarnos con alguna cosa olorosa. 

Trabajar en la orden “déjalo” es muy importante, así como asegurarnos de que si llamamos a nuestra mascota ésta volverá sin chistar. De este modo si vemos que nuestro perro va muy emocionado con dirección hacia una ardilla atropellada, podemos ordenarle que lo deje y vuelva. De caso contrario, gastaremos mucho en champú para perros con olor a piña colada.